lunes, 1 de julio de 2013

La música no se toca…

Los legendarios Ella Fistzgerald
y Louis Armstrong
A veces pienso que traiciono mi esencia cuando aseguro que la música, de todas las artes existentes, es la que más me conmueve.
 Pensaría mi mamá que por haberme guiado a temprana edad por caminos de tandiús, punteos y giros, yo debería amar con pasión desmedida a la danza.
Sinceramente lo hago, y aclaro, amo únicamente a la danza moderna y contemporánea, pero con la música siento que florecen sensaciones insospechadas dentro de mí.
A veces, cuando intento describir lo que siento al oír algo que me gusta, digo a todos que es como si un hilo de corriente me entrara por la punta de los dedos y me recorriera cada centímetro del cuerpo. Eso sólo me sucede con la buena música.