lunes, 22 de abril de 2013

Cienfuegos, una dama francesa que sueña

La escultura la India de
Guanaroca de Rita Longa

Cienfuegos es una elegante dama francesa, que ataviada con vestidos de olas, barcos y gaviotas, vigila diariamente la costa sur-central de Cuba.
Esta excelsa fémina de larga edad, recibe con gestualidad de reina a visitantes y amigos de diversas partes del mundo. Es imperativo para ella, atender de modo galante a cuanto transeúnte desnude a pie, sus calles antiguas.
Las formas concedidas por el hombre, bailan en perfecta sintonía con la más agreste naturaleza. Bendecida en varios aspectos, Cienfuegos luce imponente al caer la tarde, y las sombras que se van, anuncian un anochecer memorable.
Pero antes de llamarse así, este lugar mágicamente tocado por el salitre, era reconocido como la Villa Fernandina de Jagua. Su historia se remonta al año 1819, en que un grupo de franceses atinados, vinieron a poner su alma en este terruño.

martes, 16 de abril de 2013

Comprados por el peor postor…

Venezuela vive hoy una jornada compleja, desastrosa, en que hermanos de nación, en vez de acoplarse cual perfecto mecanismo de reloj, lanzan insultos y hasta golpes a sus coterráneos. Creo que Hugo Chávez nunca pensó ver  su pueblo dividido de semejante forma.
 La oposición alienta, fustiga, convida y llama a sus seguidores a no conformarse. Tras esas órdenes el pueblo de Venezuela vive hoy, en una lucha de todos contra todos.
Es triste ver en lo que se pueden convertir. La inteligencia se nubla ante la aparición de unos cuantos pesos, y el legado de Chávez NO SE DISUELVE, pero sí sufre ante semejante atrocidad.
No importa si matan, golpean, atacan a niños, jóvenes, ancianos, cubanos, compatriotas, etc. Lo más importante es ganar, ganar una batalla que constitucionalmente está perdida.

viernes, 5 de abril de 2013

Mi primer amor…


 Lo conocí cuando en un arranque de locura mi madre decidió cambiarme de aula, justo en los primeros días de mi sexto grado.

 Yo estaba acostumbrada a mis amigos, pero mami decidió que debía estudiar en el mejor destacamento de mi primaria “Armando Mestre Martínez”.
 Entre caritas nuevas lo encontré a él, motivo de mi atención inmediata; y para darme en la vena del gusto me sentaron a su lado. Ahí comenzó el mejor curso escolar de mi vida.
René me enseñó a competir para terminar los cálculos de primera, a hacer la tarea en la escuela para tener tiempo en la casa, a no salirme de la línea al hacer las eles y a quererlo con el corazón.
 No sabía bien a esa edad que era lo que sentía por él, sólo sé que cada mañana esperaba verlo entre la multitud roja que inundaba la escuela.