viernes, 15 de noviembre de 2013

Diabetes mellitus, ¿enfermedad de famosos?



Cuando el reconocido director de cine Woody Allen recibió el galardón Príncipe de Asturias en 2012 dijo: “No merezco este premio, pero tengo diabetes y tampoco la merezco”.
 Así asumió por vez primera el cineasta americano su enfermedad, padecimiento que en la actualidad afecta a 366 millones de personas en todo el orbe, según datos de la Federación Mundial de Diabetes, entidad atendida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Al igual que Allen, otras célebres figuras de la industria del entretenimiento conviven hoy con ese trastorno metabólico que afecta diferentes órganos y tejidos del cuerpo, y se caracteriza por el aumento de los niveles de glucosa en sangre.

   La actriz Halle Berry, el famoso jugador de fútbol Diego Armando Maradona, el multigalardonado actor Tom Hanks, así como también George Lucas, creador de las sagas fílmicas de Star Wars e Indiana Jones, por citar solo algunos nombres, resultan otros de los más populares diabéticos entre los medios de comunicación del mundo.

   Pero no solo famosos o aquellas personalidades de “sangre azul” que no escapan a portadas y titulares de diarios y noticieros son portadores exclusivos de esta enfermedad crónica.

    La diabetes mellitus es un padecimiento común que puede manifestarse por predisposición genética o generarse lentamente debido a los malos hábitos alimentarios y estilo de vida poco saludable.

   En la actualidad América Latina exhibe la más alta tasa de personas perjudicadas por este mal, y se prevé que para 2030 sean 32,9 millones de aquejados, solo en este lado del continente.

   Cuba no ignora esas cifras desalentadoras. La llamada pandemia del siglo recorre de forma vertiginosa todos los espacios del mundo y deja estragos también en esta ínsula, pero aquí  la clave de todos los procesos médicos vinculados a la diabetes es la prevención oportuna y la orientación.

   Cuando en todo el orbe se celebra este 14 de noviembre el Día Internacional de la Diabetes, esta nación caribeña se erige como uno de los países que más labora en pos de mejorar la calidad de vida de sus portadores.

   Cada una de los 16 provincias de Cuba están preparadas, desde los Centros de Atención Primaria de Salud, para diagnosticar y corroborar en los pacientes debutantes aquellas anomalías metabólicas típicas del enfermo con problemas en el control de la azúcar.

    En el país la cifra de habitantes que posee este padecimiento está cerca del medio millón, y resulta alarmante para especialistas y estudiosos de la medicina, quienes insisten en que la mejor forma de prevenir este mal es mantener el estilo de vida saludable, en el cual confluyan las dietas y el ejercicio físico.

   Para orientar e instruir a los necesitados, el Ministerio de Salud Pública cubano comprendió la urgencia de crear Centros de Atención y Educación al paciente con diabetes, instituciones multidisciplinarias donde los aquejados reciben información sobre la convivencia con esa enfermedad.

   En el camino de garantizar la mejor calidad de vida a sus 11 millones de habitantes, científicos e investigadores de la Isla pusieron sus manos a obrar pócimas increíbles.

   Regalo casi mágico constituye el Heberprot-P, único medicamento en el mundo capaz de evitar las amputaciones a causa de úlceras del pie diabético.

   Varios años trabajaron los profesionales cubanos en la elaboración de este producto, que actualmente está registrado en 19 países y se ha utilizado en más de 132 mil pacientes del orbe.

   En recientes declaraciones a la AIN, el Doctor en Ciencias Manuel Raíces, investigador del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) destacó que de esa cifra total, 25 mil son cubanos.

    “El riesgo relativo de mutilación se ha reducido en 71 por ciento, lo cual genera, sin duda, gran calidad de vida para el sector poblacional que padece esta enfermedad”, refirió el experto.

    “Actualmente las personas se atienden sus úlceras cuando están en estadios primarios en tratamiento ambulatorio, lo cual disminuye los costos al sistema de salud y la esperanza de cicatrización es mucho más efectiva, porque esas lesiones pequeñas tienen evolución mucho más rápida y positiva que las úlceras complejas”, recalcó.

   Según sus estudios, el investigador vaticinó que para 2016 más del 90 por ciento de la población nacional acudirá a la Atención Primaria de Salud, con lo cual disminuirá considerablemente el riesgo de amputación.

   “En estos momentos, Ecuador está interesado en adquirir el medicamento y se realizan acciones en ese sentido. Existen perspectivas con China y la Unión Europea para desarrollar en 2014 el ensayo clínico fase dos en úlceras complejas”, puntualizó.

   El Heberprot-P está basado en el factor de crecimiento humano recombinante, se inyecta de forma directa en la herida y hasta el momento exhibe resultados exitosos en su aplicación.

   Constituye un logro de la medicina cubana y se prevé para 2015 haya sido adquirido por más de 45 países interesados en sus beneficios.

   A lo mejor, cuando nadie se lo espere, el reconocido cineasta y escritor americano Woody Allen incluya en algún filme alguna escena donde se haga alusión al fármaco cubano, presente invaluable para aquellos quienes padecen la pandemia del siglo.

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